por Gustavo Pacheco Crosetti
30 de octubre de 2017
Un evento como María, que te despoja de mucho (y a algunos, de todo) te hace ser más sensible a la realidad ajena, y a valorar las cosas simples y cotidianas de la vida, que a veces pasamos por alto o damos por hecho. Esas cosas simples que muchos seres humanos en el mundo no tienen, y muchos hermanos boricuas tampoco:
La bendición de tener una familia, con personas especiales que se preocupan por ti y se ocupan de ti...
La bendición de tener un techo y una cama para dormir...
La bendición de tener agua potable para beber...
La alegría inmensa de una botella de agua fría!
La bendición de poder comprar comida...
La bendición de entrar a un supermercado que esté abastecido de comida...
La bendición de respirar aire puro...
La bendición de tener energía electrica...
La bendición de estar saludable...
La bendición de poder acceder a medicina...
La bendición de vivir en un sitio que está en paz...
La alegría de poder lavar la ropa, y el placer de ponerte una ropa limpia...
La alegría de cada amanecer sin sobresaltos y cada atardecer tranquilo...
La alegría de trabajar y ser productivos...
La alegría de esa taza de café con amigos...
La alegría de poder escuchar pandora y tener acceso a internet...
La alegría de poder leer un libro, porque sabes leer, porque puedes adquirirlo, y porque aprendiste a disfrutarlo...
Una copa de vino al atardecer...
Espero que en la medida que transcurra este año, y las cosas vayan volviendo a su normalidad, y nosotros entremos en las prisas cotidianas, no nos olvidemos de disfrutar y agradecer las pequeñas cosas cotidianas que hacen nuestra vida, y no nos volvamos insensibles a los olvidados de siempre, de acá y de mas allá, que no las tienen!
valorar las cosas simples
Publicado por
Yésica Isabel
01 nov 17
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Gracias por el amor que sientes por Puerto Rico.