por Taisaly López Quintana
20 de septiembre de 2017 – 10 de noviembre de 2017
Oh María! Que mucho me has enseñado, que mucho me has mostrado y que mucho he podido descubrir de mí misma en estos 50 días…
- Ahora sé que soy más organizada de lo que creía.
- Soy más tolerante de lo que creía.
- Soy paciente.
- Establezco prioridades (tanto en tiempo como en dinero).
- Estoy dispuesta a ajustar mi rutina, y crear nuevas de ser necesario.
- Puedo mostrar mucha empatía, y a veces ninguna.
- Amo a mi país, y sí, estoy dispuesta a quedarme aunque se tarde en volver a ser lo era (y hasta mejor).
- Puedo vivir sin electricidad, pero no sin agua.
- Estar 10 días sin haber podido hablar o saber nada de mi hermana, fueron los peores 10 días de mi vida.
- No sabía lo mucho que dolía ver partir hacia el extranjero a un ser querido, amigo, etc. aunque sepas que van a regresar.
- Hacer fila (cualquier fila), seguirá siendo algo que detesto con toda mi alma. Aunque hice varias, en mi caso 4 horas para echar gasolina.
- El año que viene tan pronto anuncien que comenzó la época de huracanes, me prepararé para categorías 5 siempre, aunque no venga ninguno.
- Que amo a mi familia tanto, que estuve 2 días tratando de bajar de Isabela a San Sebastián (no había paso por la destrucción) solo para estar 1 hora y media porque había toque de queda y había que volver temprano.
- Que las comunicaciones (internet, celular) mueven el mundo.
- Mis vecinos son los mejores.
- El puertorriqueño es fuerte. Mucho más de lo que cree.
- Aprendí que soy muy mala montando rompe cabezas, y que aunque me fascina leer necesito tener 2 o 3 libros de distintos temas porque me aburro con muchísima facilidad.
- Puedo comer productos embutidos todos los días sin ningún problema y soportar más hambre de lo que yo creía.
- Lavar a mano es una experiencia religiosa del mas allá… Admiro tanto a mi abuela.
- Valoro los lujos, Sí, lujos. Porque tener nevera, aire acondicionado, agua caliente saliendo de una ducha, prender el televisor SON lujos, no necesidades.
- Estoy sumamente agradecida de mi lugar de trabajo.
- Puedo alegrarme del que ya tiene utilidades en su casa y sentir una envidia grande también.
- Aprendí que la vida sí cambia… que no estamos exentos de nada… Pero de que podemos tomar 1 de 2 caminos: Sentarme y lamentarme o ser resiliente lo más rápido que pueda.
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Gracias por el amor que sientes por Puerto Rico.