por Carmen Dominicci
22 de septiembre de 2017
Carta de Amor a mi Paraíso Indestructible
"Amada patria:
¡Cómo nos dueles…! Más de cinco millones de puertorriqueños en la diáspora sufrimos la angustia e impotencia de verte lastimada. Estar lejos de ti al margen de esta tragedia es más de lo que nuestro corazón puede soportar, pero somos tus hijos y, por lo mismo, somos fuertes.
Te veo y te aseguro: esa isla destruida no eres tú. En nuestro corazón sigues hermosa, como siempre; chiquita pero majestuosa; alegre, apasionada, ¡indestructible!
Como ya sabes, para nosotros nadie es mas bella, cálida y vivaracha que tú, y por eso se nos explota el pecho con solo mencionarte. Sí, padecemos de un severo caso de orgullo patrio, y la culpa es toda tuya.
Nacer en tu tierra, llevar tu sangre, ha sido una bendición y privilegio para todos tus hijos. Nos fraguaste al calor de tus tres razas y nos acunaste al ritmo del tambor, el coquí y tus palmeras. Para batallar ante el mundo, nos regalaste carisma, talento, fuego y belleza. Eramos tantos, tú tan pequeña, que ya no cabíamos en tu regazo y algunos tuvimos que migrar, dejando el corazón enterrado en tu arena.
Verte en ruinas me mata, pero también me alienta. Con el tiempo y la abundancia, algunos hemos olvidado cómo, hace un siglo atrás, cuando eras más joven y frágil, un potente huracán San Ciriaco arrasó con cada curva de tu linda tierra, matando a 3,400 de nuestros ancestros. Por años, tus hijos pasaron hambre y necesidad, pero con tesón y sacrificio lograron levantarte hasta convertirte en lo que fuiste hasta hace solo unos días atrás. Esa historia, mi isla hermosa, se repetirá.
Madre patria, no estás sola. A fuerza de amor, billete y mollero, como buenos hijos, tus coquís isleños y tus coquís dispersos por el mundo te reconstruiremos, pero ahora más sabía, más bella, más fuerte. María te lastimó con un categoría 4, pero tus hijos somos categoría 10. Heredamos tu valor a prueba de huracanes y tu espíritu ¡indestructible! #coquipower
¡Cómo nos dueles…! Más de cinco millones de puertorriqueños en la diáspora sufrimos la angustia e impotencia de verte lastimada. Estar lejos de ti al margen de esta tragedia es más de lo que nuestro corazón puede soportar, pero somos tus hijos y, por lo mismo, somos fuertes.
Te veo y te aseguro: esa isla destruida no eres tú. En nuestro corazón sigues hermosa, como siempre; chiquita pero majestuosa; alegre, apasionada, ¡indestructible!
Como ya sabes, para nosotros nadie es mas bella, cálida y vivaracha que tú, y por eso se nos explota el pecho con solo mencionarte. Sí, padecemos de un severo caso de orgullo patrio, y la culpa es toda tuya.
Nacer en tu tierra, llevar tu sangre, ha sido una bendición y privilegio para todos tus hijos. Nos fraguaste al calor de tus tres razas y nos acunaste al ritmo del tambor, el coquí y tus palmeras. Para batallar ante el mundo, nos regalaste carisma, talento, fuego y belleza. Eramos tantos, tú tan pequeña, que ya no cabíamos en tu regazo y algunos tuvimos que migrar, dejando el corazón enterrado en tu arena.
Verte en ruinas me mata, pero también me alienta. Con el tiempo y la abundancia, algunos hemos olvidado cómo, hace un siglo atrás, cuando eras más joven y frágil, un potente huracán San Ciriaco arrasó con cada curva de tu linda tierra, matando a 3,400 de nuestros ancestros. Por años, tus hijos pasaron hambre y necesidad, pero con tesón y sacrificio lograron levantarte hasta convertirte en lo que fuiste hasta hace solo unos días atrás. Esa historia, mi isla hermosa, se repetirá.
Madre patria, no estás sola. A fuerza de amor, billete y mollero, como buenos hijos, tus coquís isleños y tus coquís dispersos por el mundo te reconstruiremos, pero ahora más sabía, más bella, más fuerte. María te lastimó con un categoría 4, pero tus hijos somos categoría 10. Heredamos tu valor a prueba de huracanes y tu espíritu ¡indestructible! #coquipower
Para leer más de la autora visita su blog en el siguiente enlace: http://blog.us.hola.com/carmen-dominicci/http://blog.us.hola.com/carmen-dominicci/
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por el amor que sientes por Puerto Rico.